martes, 5 de enero de 2010

el pan bendito


Varias son las leyendas que atribuyen hechos milagrosos a la imagen de San Nicolás Tolentino. Entre ellas, la más curiosa es, quizá, la del panecillo bendito.

Contaban que a principios del Siglo XVII, una mujer devota llevó a la imagen unos panecillos para que fueran bendecidos. Poco después, su marido la invitó a dar un paseo. Ella le había sido infiel, y le acometió la sospecha de que intentaría atacarla. Por ello, se encomendó al santo y puso uno de los panecillos en su pecho.
Efectivamente, el hombre conocía la existencia del amante, y en su invitación ocultaba la intención de matarla. LLegados a la calle de la Palma, comenzaron a discutir y el marido sacó un puñal y se lo clavó. Acto seguido, salió corriendo y nunca más supieron de él.

Algunos vecinos acudieron al alboroto, y al hallarla tendida en el suelo, la creyeron muerta. Sin embargo, la mujer volvió en sí y comprobaron que el puñal se había clavado justo donde llevaba el panecillo bendecido por el santo.