domingo, 24 de enero de 2010

las manchas del sapo


Dicen que dicen…
que muchísimos años antes que el hombre anduviera por acá…en las lagunas habían muchos sapos, sapitos, ranas y ranitas…por las noches todos cantaban muy contentos y felices…pero Sapito verde…saltarín y cantor…a todos decía…que él, cantaba mejor…y se preguntaba…???
¿Pero que hago yo entre estos sapos desafinados?
Soy un verdadero artista y debo hacerme conocer…Y no va que encima se enamoro! Si, se enamoro y de una estrella…pero de una estrella del cielo, de las más brillante! Cada noche…cuando el cielo estrellado se reflejaba en la laguna…Sapito verde se metía en el agua…para besar el brillo de la estrella amada…Resulta que un día…se entera de que todas las aves harían un concierto que volarían muy muy alto, y que allá arriba se pondrían a cantar…Convencido como estaba de que era él, el mejor artista del mundo…pensó…si yo canto muy alto en el cielo…llamaré la atención de mi estrella…ella se enamorará de mi…porque no podrá resistirse al encanto de mi voz!!!Tengo que ir al concierto de los pájaros!!! Y así lo hizo…Despacito, despacito…un saltito acá, y otro más allá…se metió en la caja de la guitarra que había dejado preparadauno de los invitados al concierto, y ahí adentro se escondió…En la panza de la guitarra estaba muy oscuro…así que se asomo un poquito por el agujero…y… Ahí! ¡Que mareo!!! Volaban altísimo, todo le daba vueltas…mareado como estaba…se arrimo al borde para sostenerse y entonces vio…
que el pájaro que llevaba la guitarra, era un gavilán! El peor enemigo de todos los sapos…tanto se asustó…
que empezó a sacudirse con los hip, hip, hip, del hipo que lo atacó!!!  El gavilán se dio cuenta de que adentro de su guitarra…viajaba un pasajero…así que la puso boca abajo…y la sacudió con ganas…y Sapito verde se cayó…se vino abajo tan rápido…que por suerte, el gavilán no lo alcanzó…pero Sapito venía en picada…shsssssssssssssss hacía el viento…zumbándole en la cara…y hasta el suelo no paro…
Para mayor vergüenza y descalabro…su vecino lo vio! Y empezó a croar diciendo…Sapito gordito, Sapito cantor…¿Te confundiste el suelo…con un tambor? Y las coquetas ranitas muertas de risa cantaron…Sapito andariego, pasea nomás… pero no quieras… ir a volar! Y dicen que dicen…que las manchas que ahora tienen los sapos…Son las que le quedaron a Sapito estrellado… Pero a Sapito cantor, lo protegió…su estrella amada!!!


Mónica Liliana Aicardi
autora de esta leyenda
miembro destacado de http://www.raicesargentinas.ning.com/