domingo, 10 de enero de 2010

La Mandioca



Cierto día una joven india apareció embarazada ante su padre, el cacique de la tribu. Éste quiso hallar al responsable preguntando a la joven, quien se negó a responder. Poco tiempo después nació una niña, a quien pusieron por nombre Mani, quien a los pocos meses razonaba como una persona mayor.
Sin que nada lo hiciera prever, falleció al año. La enterraron en casa de su madre y su sepultura era regada todos los días. Hasta que un día nació de la misma una planta de cuyo fruto comieron los pájaros, embriagándose. Luego, al hendirse la tierra, se observó que el tubérculo representaba el cuerpo de Mani. Lo comieron y además obtuvieron una bebida fermentada que fue su vino.

En el noroeste es creencia que, para evitar que dicha planta sufra los perjuicios de la helada, debe arrancarse una rama en Viernes Santo y enterrarla en un lugar del campo.